Resultados marzo 2008


LAS EXPECTATIVAS DE LOS CONSUMIDORES SE CONTRAEN 7,3%. SE DETERIORA LA PERCEPCION SOBRE LA SITUACION ECONOMICA GENERAL.


En marzo, el Índice de Expectativas del Consumidor (IEC) exhibe una caída de 7,3% en relación al mes anterior, ubicándose así 23,2% por debajo de idéntico mes de 2007. Por otro lado, cae 11,9% frente al promedio del año anterior.


En esta medición desciende hasta los 4,18 puntos, cifra lejana de los 5,45 puntos que arrojó en marzo del año anterior. Es significativo que desde abril de 2007, el IEC se mantiene por debajo del nivel de 5 puntos, que representa el equilibrio entre visiones optimistas y pesimistas sobre el desempeño de la economía y el consumo. Los resultados de marzo continúan mostrando cierto grado de incertidumbre sobre las condiciones presentes, y en este mes, también sobre el futuro de la economía del país y sobre los ingresos futuros.

Ambos Subíndices caen: el de Condiciones Económicas desciende 5,8%, en tanto que el de Consumo decrece 8,7%. En marzo se produjo un brusco salto en este punto. Uno de los subindicadores que muestra uno de los mayores deterioros es el de las expectativas en la situación económica del país dentro de un año, el 38% de los entrevistados cree que será peor que en la actualidad. También se deterioran las expectativas referidas a la posibilidad de comprar una casa, bajando 13%. En lo que respecta a la situación económica personal, junto al descenso de las opiniones sobre la situación económica personal respecto del año anterior, que cae 5,9%, las expectativas personales para el próximo año descienden 5,2%.

En lo que hace a los ingresos personales, se considera que éstos serán levemente menores que los del año pasado y que crecerán menos que los precios.

Las expectativas sobre la compra de electrodomésticos caen un importante 8%. Las expectativas sobre la compra de auto continúan descendiendo: -7%.
En la presente medición, tanto las expectativas macroeconómicas como sobre las condiciones presentes muestran un notable descenso. En ambos casos las caídas se encuentran vinculadas a una percepción más pobre de la situación económica general.